lunes, 22 de abril de 2024

Floreciendo en medio de la adversidad


¿Te has dado cuenta de cómo solemos justificar nuestro estancamiento diciendo que no existen condiciones para prosperar o avanzar? En Eclesiastés, la palabra nos dice que aquel que espera el tiempo perfecto para sembrar jamás cosechará. Esto quiere decir que no existen ni existirán tiempos perfectos para el desarrollo de cualquier cosa.

Esta mañana, mientras hacía mi lectura devocional, me topé con este pasaje que me impactó en muchos sentidos y trataré de compartir lo que pude captar.

Jeremías 29:4-17 TLA
[4] «Yo, el Dios de Israel, a todos los que llevé a Babilonia: [5-6] "Ya que están allí, construyan casas y vivan en ellas. Cultiven sus granjas y coman los frutos que allí se den. Cásense y tengan hijos; no dejen que su población disminuya. Asegúrense de que sus hijos e hijas también se casen y tengan hijos. [7] Además, trabajen para que prospere la ciudad. Rueguen por Babilonia, pues si la ciudad prospera, también ustedes prosperarán. [8-9] "No se dejen engañar por esos profetas y adivinos que andan entre ustedes, y que usan mi nombre para anunciar sus mentiras. No crean en los sueños que dicen tener. Les aseguro que yo no los he enviado. [10] "Ustedes van a vivir unos setenta años en Babilonia. Cuando se cumpla ese tiempo, les prometo que los haré volver a Jerusalén. [11] Mis planes para ustedes solamente yo los sé, y no son para su mal, sino para su bien. Voy a darles un futuro lleno de bienestar. [12] Cuando ustedes me pidan algo en oración, yo los escucharé. [13] Cuando ustedes me busquen, me encontrarán, siempre y cuando me busquen de todo corazón. [14] Estaré con ustedes y pondré fin a su condición de esclavos. Los reuniré de todas las naciones por donde los haya dispersado, y los haré volver a Jerusalén. Les juro que así lo haré. [15-17] "Tal vez dirán ustedes que yo les he puesto profetas en Babilonia. Pero debo aclararles algo. Yo, el Dios todopoderoso, voy a mandar guerra, hambre y enfermedades contra el rey que ocupa el trono de David, y contra todos los parientes de ustedes que aún quedan en Jerusalén, es decir, contra todos los que no fueron llevados como esclavos a Babilonia. ¡Serán como higos podridos, que de tan podridos no se pueden comer!

En el contexto en que se desarrolla esta historia, Israel estaba cautiva en Babilonia. Estar cautivo significaba ser esclavo de un país cuya cultura era tan distinta a la de su origen. Hay muchas historias sobre ese periodo en la Biblia. Pero lo que me llama la atención es que Dios manda decir que no paren, que sigan trabajando, que la vida no se detenga. Sigan casándose y teniendo hijos, sigan haciendo lo que naturalmente deben hacer para seguir creciendo como nación, aunque estaban cautivos. Dios dio una fecha de término para esa condición, dijo que serían 70 años y volverían a su tierra.

Creo que Dios nos ha dado promesas en nuestra vida y sabemos que serán cumplidas porque Dios siempre cumple sus promesas. Así como en este caso, Dios le dijo al pueblo que volvería a su tierra. Sin embargo, comienza dando instrucciones para hacer prosperar la ciudad. Sí, no están en su tierra donde todo será mejor, pero en lo que llega ese momento, sigan creciendo porque así les irá bien.

¿Cómo aplica esto en mi vida? Quizá hoy estás esperando un ascenso laboral, que se recupere la salud de un familiar, el pago de un dinero que ha estado atorado, el regreso de un ser amado. Esperas, precisamente, volver a tu tierra. Bueno, un sinfín de situaciones tienen aplicación a este pasaje. Por lo general, lo podemos identificar cuando declaramos "Ya que tenga o pase tal cosa...Entonces haré..."

Quizá hoy te encuentras en un estancamiento porque esperas que algo suceda para poder avanzar. Pero Dios te dice hoy que este es el momento. Sí, en medio de toda esta aflicción y condición deplorable, es tu oportunidad de florecer. Sí, en medio del desierto, en medio de la escasez, en medio de la enfermedad, en medio de los ataques constantes.

Acomódate en medio del proceso, porque va a tardar, pero tendrá un final. Mientras tanto, construye una casa, cásate, ten hijos y bendice tu proceso, porque eso te hará prosperar. En medio de todo esto, abraza la palabra de que los planes de Dios son mejores de lo que nosotros podemos pensar, son para nuestro bien. Y cada vez que clamemos a Él, Él nos escuchará, siempre y cuando lo busquemos de todo corazón.

Persona maravillosa que lee esto, tú puedes florecer aquí y ahora. Sí, obedecer al Señor de todo corazón, y a pesar de que no existan las condiciones perfectas, daremos gran fruto para bendición de quienes nos rodean y también para nosotros.

Recuerda que Dios siempre cumple sus promesas y que en medio de cualquier circunstancia, Él tiene un plan para tu vida. No esperes a que todo sea perfecto para avanzar, sino avanza en fe y confía en que Dios te guiará y te bendecirá en todo momento.

Que puedas encontrar consuelo y fortaleza en la palabra de Dios y que puedas vivir en plenitud, incluso en medio de las dificultades. ¡Ánimo y adelante!

martes, 9 de abril de 2024

¿Como ayudar a una persona durante un proceso de sanidad?


Este escrito tiene el objetivo de dar un poco de luz para aquellos que tenemos la intención y el corazón de ayudar a quienes hoy están pasando por un proceso de sanidad interior. Por lo tanto, trataré de ser práctico y conciso, de modo que no haya lugar a ambigüedad.

Cabe resaltar que lo que a continuación escribiré es el resultado de la observación personal, viviendo procesos propios y de personas allegadas. Por lo tanto, no debe considerarse como un absoluto, aunque esté relacionado con conceptos de la psicología, pero sobre todo, busca estar apegado a los principios bíblicos que rigen mi vida. Sin más, comencemos.

Para iniciar, debemos entender a qué nos referimos con "vivir un proceso de sanidad". Si somos claros, cada uno de nosotros vivimos procesos casi a diario y por diversos motivos. Siempre nos están pasando cosas, siempre hay tormentas, siempre hay objetivos que alcanzar, pruebas que superar; por lo tanto, ni tú ni yo estamos o estaremos exentos de cruzar por algo así. Y definamos que un proceso se refiere a la secuencia de actos o hechos sucesivos que logran un objetivo. Es la serie de pasos a vivir para alcanzar una meta.

Cada proceso es distinto, tan distinto como somos cada persona. Cada proceso tiene un tiempo para suceder, un tiempo para vivirse y un tiempo para concluirse. No hay edad ni ningún tipo de condición que determine el tiempo del proceso. Algunos aprenden y viven un proceso de sanidad sobre alguna situación siendo adolescentes, otros siendo adultos, e incluso un mismo proceso podría vivirlo un anciano. Algunos duran días o semanas, otros son años y lamentablemente, para algunos, duran toda la vida.

Ningún proceso es idéntico, por lo tanto, no debemos trabajar con absolutos, es decir, usar términos como "Siempre esto, siempre aquello" o bien "Nunca esto, nunca aquello". Nada debe ser absoluto, no son matemáticas, es el alma.

En un proceso, los resultados no siempre son los que esperamos, pero siempre arrojará resultados, algunos mejores de los que se podrían esperar y otros que nos lleven a un nuevo proceso.

Ante todo esto, es necesario saber que la voluntad de Dios para nuestra vida es que vivamos bien. Nadie sufre más con nuestros procesos que el mismo Padre Celestial, por eso fue intencional en darnos las instrucciones para vivir bien. Me refiero a la palabra de Dios representada en la Biblia y el modelo de Jesús durante su paso sobre esta tierra.

Sin duda, los procesos nos afectan a todos. Es decir, un miembro de una familia atravesando un momento difícil afecta directa o indirectamente a su contexto, por eso es casi imposible vivir un proceso en soledad.

Entonces, ¿cómo ayudo a mi ser querido a sanar?

1. Reconoce y respeta. Una vez que te hayas dado cuenta de que tu hijo, hija, amigo, cónyuge, padre o cualquier figura está pasando por una etapa difícil, respeta y no te metas, salvo que soliciten tu ayuda.

2. Brinda apoyo indirecto. La oración eficaz del justo puede mucho. Ora por la persona con entendimiento de la palabra de Dios, poniendo en común con el Padre tus inquietudes con respecto a lo que se está viviendo. Será necesario intervenir a favor de la persona con fundamento en la palabra. Pidiendo que reconozca y viva la identidad que Dios le ha dado, pues la falta de identidad provoca la mayoría de las crisis en las personas.

3. Genera un ambiente de comunicación y confianza. Debemos entender que una persona en medio de una crisis está en una montaña rusa de emociones. Un día se sentirá capaz de conquistar el mundo y súper feliz, y otro día creerá que es un bicho miserable que debe morir. Otro día estará muy molesto sin razón o muy feliz y optimista. Hay una fiesta de emociones dentro que lo único que podemos hacer es ser tolerantes. La comunicación clara siempre será una herramienta que construye puentes. Si no sabemos cómo comunicarnos, dejaremos de tener vínculos con las personas y todo se volverá más complejo. A nosotros, los externos al proceso, nos toca crear ambientes sanos donde la persona, en determinado momento, decida abrir su corazón. Nadie va a querer hablar de lo que pasa dentro de sí, donde solo hay reclamos, reproches, se usan los absolutos siempre y nunca, donde hay exigencias desesperadas, impaciencia e incomprensión. Aquí se aplica la regla de oro que enseñó Jesús: Haz con ellos lo que te gustaría que hicieran contigo.

4. No te desesperes. Al comienzo decía que los tiempos son distintos en cada persona y en cada proceso. Algunos intentarán huir de su proceso, algunos lo van a abandonar, otros se van a esconder y nuestras exigencias podrían no ayudar. Aunque pensemos que es lo correcto, podríamos terminar entorpeciendo todo y prolongando aún más las cosas.

5. Espera cada día avances en los resultados. Para nada esto quiere decir que habrá resultados cada día, pero digamos que externamente no siempre se ven, pero confiemos en Dios que es quien da la sanidad, porque la sanidad es de adentro hacia afuera.

6. Omite comentarios hirientes. Para una persona que atraviesa un proceso de sanidad, es muy doloroso escuchar frases como "Te ves más gordo/a", "Arréglate, te ves muy fea/o", "Eres bien cochino/a". Créeme, ellos y ellas lo están intentando todos los días, pero el ánimo o la conciencia están tan agotados que lo último que quieren es saber si se ven bien o no. Al final, todo esto son señales de que algo no anda bien en ellos.

7. Se asertivo/a. Básicamente, la asertividad es el arte de saber comunicar lo que no es tan grato de modo que sea bien recibido. No es lo mismo decir: "Eres un bueno para nada, nunca quieres hacer nada, flojo/a", etc., a decir algo como: "Considero que eres una persona talentosa, trabajadora y diligente, pero últimamente te has descuidado y no has cumplido como debe ser con tus responsabilidades". Otro ejemplo, no es lo mismo decirle a una chica: "Eres bien fodonga y andas toda fea" a decirle: "Eres una mujer muy atractiva, pero últimamente no has cuidado tu aspecto y no te hace resaltar lo que realmente eres".

La asertividad es una herramienta que permitirá que cualquier persona reciba de una mejor forma aquello que puede ser una verdad cruda, dicha con amor.

Sin duda, hay muchas formas de ser apoyo a aquellos que viven un proceso. Podemos hacer una larga lista de acciones para ayudar, pero hasta aquí la voy a dejar para cerrar con lo siguiente.

Ser las personas adecuadas para alguien que está viviendo un proceso de sanidad va a requerir desprenderse de uno mismo. Todo se resume en AMAR. El amor va a ser la brújula y la estrategia infalible para lograr todo lo anteriormente mencionado, pero amar como Dios nos ama a nosotros, sin condición, sin pretensión, el amor que se describe en Corintios. Para eso, necesitamos estar llenos del Espíritu Santo, pues son sus frutos los que necesitamos: amor, gozo, paz, benignidad, templanza, mansedumbre, paciencia y bondad.

Por lo tanto, si tú anhelas ver un cambio significativo en tus hijos, cónyuge, amigos, compañeros de trabajo, mientras ellos atraviesan un proceso de sanidad, vas a comenzar por cambiar tú, ya que es donde tienes autoridad, en ti mismo y nada más. Cuando tu interior cambia, salpica a todo tu alrededor y todo el que te rodea es afectado, pero de forma positiva.

Oremos hoy y pidamos al Espíritu Santo que nos llene. Así sabremos que vamos camino a ser las personas correctas para nuestro entorno. Seremos como árboles que no se secan, que dan fruto, que dan sombra y refugio.

domingo, 31 de marzo de 2024

Para CMS

Hola, hace mucho que no te escribo. No es porque dejaste de importarme, en realidad es que he creído encontrarte y me emociona descubrirlo. 

Sabes, siempre que pienso en ti es inspirador y soy capaz de crear el mundo más increíble en el cual tu y yo somos más que felices, somos plenos. Si ahora no estoy interesado en ser feliz, sino en ser pleno en aquel propósito que Dios ha dado a nuestras vidas. 

Siempre te he esperado, siempre he querido conocerte. Pero los tratos con Papá sobre el tema han sido muy particulares, de modo que cada vez que había creído encontrarte y no era así, me frustraba un poco más y más, por lo que confiando en los procesos de Papá, decidí solo ir adelante y han pasado tantas cosas. 

Papá me dijo que fuera paciente, que enfocara mis energías en conocer sus sueños y trabajar en ellos, haciendo eso un día, cuando menos lo espere tu te harás presente y estarás trabajando para sus sueños también. Eso me encantó, paso un tiempo y no llegaste, así que volví a charlar con Papá sobre el tema y su respuesta me dejó frío: Elige, que yo te bendeciré. No supe que hacer y solo le dije que yo no sabía elegir, entonces me pidió esperar un poco más.

Desde entonces hasta que de nuevo pensé en ti pasaron varios años, cómo 7 u 8. Pasó de todo y en definitiva no soy la misma persona, sin embargo, aún no te encuentro. 

En los últimos meses, quizá ya años, he tratado de ponerte rostro, pero el camino ha sido muy distinto a lo que yo esperaba, sin embargo, he aprendido demasiado y eso te conviene, porque he comprendido un poquito más lo que significa amar y es impresionante, aunque duro llegar a ello. 

Hoy puedo decirte que el amor está por encima del ego, del derecho a tener razón y de cualquier plan personal. Hoy puedo decirte que he comprendido que el día que tú y yo comencemos a hacer los planes para nuestra boda y nuestra vida juntos, estaré dispuesto a renunciar, o mejor dicho a morir a mi antigua forma de vivir y comenzar a vivir una nueva vida diferente porque estaremos juntos y en comunión. Dejaremos de ser dos y seremos uno en perfecta armonía como el Padre y el Hijo. 

Sigo esperando conocerte, ya pasado mucho tiempo desde el momento en que concebí la idea de ti, entendiendo que tú surgiste del mismísimo corazón de Papá para bendecir nuestras vidas. Así que trabajo en mi, para ser cada vez más sano. Física, emocional y espiritualmente. Te vas a sacar la lotería, nos vamos a cuajar, pero por el momento mantendré mi espera activa y al llegar ese momento, será glorioso. 

Aún no te conozco y ya te amo, te amo con toda mi disposición, con todo mi entendimiento y con todo lo que un día seré. 

sábado, 8 de agosto de 2020

El mejor puente


He crecido aprendiendo los diferentes rasgos, actitudes y acciones que distinguían a Jesús mientras estuvo en la tierra, sin duda pasaré mi vida estudiando sobre él y difícilmente terminaré de aprender.

Pero hoy quiero destacar una cualidad que Jesús tiene, que hasta cierto punto a determinado mi carrera profesional en este mundo. Soy comunicólogo y me desenvuelvo en el ámbito de los medios de comunicación, específicamente en radio. En un término sencillo ser comunicólogo es prepararse para ser mediador entre un emisor y receptor de mensajes, siempre es buscar la manera más óptima para que el mensaje se entienda y surta el efecto para el cual fue diseñado.

Eso es lo que hizo y sigue asiendo Jesús, vino a ser el puente que unió a la humanidad perdida con Dios Padre, lo hizo de muchas maneras utilizando cualquier tipo de habilidad comunicacional como las parábolas para enseñar, los milagros para demostrar el poder de Dios, la oración como gestión ante el Padre y muchas formas más.

Hoy más que nunca creo que la cualidad de mediador, de "puente", que Jesús tiene, debe ser aplicada en nuestra vida. Cómo creyentes debemos buscar la forma de ser el enlace entre el perdido y Jesús, para que a su vez éste lo dirija al Padre.

Nuestra función de intermediario es fundamental, y lo vamos a lograr siguiendo el ejemplo de Jesús, algunos enseñaran, otros harán milagros, unos más servirán y así, un sin fin de formas que nos sirven como plataforma para quien no conoce el amor de Dios pueda acercarse.

Tenemos que tener claro que existe un enemigo que se ha dedicado a destruir esos puentes que unen a los individuos entre si y sobre todo entre éstos y Dios. Las relaciones de pareja están cada vez más rotas, la comunión entre padres e hijos más distantes, que decir entre hermanos o de la sociedad con autoridades. Esas relaciones rotas, esos puentes rotos o inexistentes nos están alejando cada vez más del propósito eterno que Jesús nos compartió durante su vida en la tierra y es la comunión entre si y con Dios.

Piensa en ese puente impactante como el Golden Gates o el Baluarte en la super carretera Mazatlán - Durango, o tal vez ese pequeño puente que hay entre una comunidad a otra y permite que una de estas subsista. Son muy importantes.

Culiacán, la ciudad donde vivo, es conocida por tener 3 ríos que la atraviesan, motivo por el cual se han construido gran cantidad de puentes por toda la ciudad favoreciendo así cruzar por encima del río de una manera segura y rápida.

Los puentes en nuestra vida brindan seguridad, comunicación, movilidad, provisión y acercamiento.

Hay que destacar que los puentes no surgen por si solos, es necesario construirlos y dependiendo la importancia del punto a donde quieras llegar es la manera en que construiremos. Es decir, no es lo mismo un puente colgante de cuerdas y madera a uno de concreto y acero. Nuestras relaciones siempre dependerán de los puentes que construimos para ellos y de las personas que intervienen en su construcción.

La calidad y la importancia de esa relación que deseamos mantener determinará el tipo de construcción que haremos, así mismo es importante reconocer que entre más tiempo tardes en determinarlo, más trabajo y más recursos se necesitaran para la construcción de ese puente.

Piensa, cómo está el puente entre tu familia, amigos y sobre todo con Dios... Sabes nuestra ventaja es que si el puente que has elegido para unirte con Dios es Jesús podrás construir los mejores puentes de tu vida pues es el arquitecto que sabe mejor que nadie que puente debemos construir en cada relación de nuestra vida.

Mira tu alrededor, si solo hay agua, vacío u oscuridad, creo que vale la pena buscar a Jesús, a través de él conocer el amor del Padre, así encontrarás el material que necesitas para la construcción de tus puentes.

Los puentes de la vida están hechos a base de perdón, tolerancia, solidaridad, buena comunicación y sobre todo amor. Si tus relaciones no cuentan con alguna de estas, ese puente pronto caerá.

Jesús, nos perdona, nos tolera, nos ama  y se comunica es por eso que el fue y será el puente perfecto entre la humanidad y Dios. Sigamos su ejemplo y construyamos puentes y seamos intermediarios entre el perdido o el que está en tinieblas y Jesús. 

viernes, 8 de noviembre de 2019

En dónde debo estar...

¿Alguna vez te has preguntado si estás haciendo lo que debes hacer? ¿Si estás en el lugar donde deberías estar?

Creo que son preguntas más comunes de lo que pensamos, pero rara vez solemos compartirlo con los demás. Nos creemos casos únicos pero a todo mundo le pasa.

Hoy quiero compartirte algo que me ha sido difícil entender y sobre todo difícil de practicar, pero que si lo hago se que mi vida será muy distinta a lo que ahora es.

En Lucas la biblia relata que los padres de Jesús y Jesús habían asistido a Jerusalén como cada año a las fiestas de la pascua, pero el preadolescente Jesús, de tan solo 12 años se perdió entre toda la multitud y sus padres lo estaban buscando incansablemente. Al tercer día lo encontraron y resulta que se encontraba entre maestros y doctores de la ley platicando sobre la palabra de Dios.

Al modo como buenos padres asustados le dieron a Jesús una regañada y él les dijo, ¿Por qué estaban asustados? ¿Por qué me buscaban? Ustesdes bien saben que en los negocios de mi padre es dónde debo estar.

Y es aquí donde algo llamó mucho mi atención. Jesús dijo, en los negocios de mi padre, es dónde debo estar. ¿Cuáles son esos negocios?

Empecemos por saber a qué se refiere la palabra "negocio".

Según el diccionario negocio es:

1. m. Ocupación, quehacer o trabajo.

2. m. Dependencia, pretensión.

La biblia es un libro inspirado por Dios, está llena de promesas y palabras de aliento, historias que nos desafían y nos ayudan a ser mejores, pero también contiene mandatos (negocios) para que nuestra estancia en la tierra tenga un sentido y sobre todo tenga un propósito.

Eso que nos enseña la palabra de Dios son los negocios de nuestros padre y te voy a compartir algunos que tenemos todos nosotros, porque para cada quien hay metas, para cada quien hay objetivos específicos de parte de Dios. Pero hay unos que son generales, por ejemplo:

Mateo 28:18 - 20
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Jesús nos pide ir y hacer discípulos, que quiere decir enseñar la palabra de Dios a cuánta persona se nos ponga enfrente. Las maneras Dios las habrá de mostrar, pero el mensaje es claro, haced discípulos.

Otro negocio que tenemos que hacer todos es:
2 Corintios 5:17-‬21
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

Pero como lograr todo esto teniendo tantas cosas que hacer en nuestra vida, hay que trabajar, estudiar y muchas cosas más a qué hora o como le tengo que hacer.

Déjenme compartirles algo que de nuevo trajo Dios después de muchos años y que aunque ha estado presente en lo que hago todos los días, yo lo había olvidado.

No te enredes!

Pablo le escribe al joven Timoteo y le dice que nosotros hemos sido escogidos por Dios para ser parte de su ejército, nosotros al aceptar a Cristo nos hemos sumado a la milicia de Dios y las principales características de un soldado de Cristo son:

2 Timoteo 2:3‭-‬7
Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo.

Aquí claramente podemos ver qué la cosa no va ser fácil, habrá que sufrirla, pero no demos preocuparnos por nada, dice que el buen soldado no se enreda en los negocios de la vida, eso quiere decir que no tiene que preocuparse por lo que está viviendo, pues Dios tiene el control de todo, es el general de su ejército y no deja abajo a ninguno de sus soldados. Dice deja de preocuparte por tu vida de esa me encargo yo, tu encárgate de mis negocios yo me encargo de los tuyos. Entonces te habrás de convertir como aquel atleta que corre y lo hace legítimamente y entonces es coronado, como aquel labrador que trabajo la tierra y disfruta de sus frutos.

En los negocios de mi padre es do de debo estar, no enrendandome en los negocios de la vida, que pueden ser muchos, pero si yo me encargo de los negocios de mi padre el se encargará de los míos y yo podré tener plenitud en todo lo que haga, pues mi propósito y aquello por lo que he trabajado será cumplido alineado a la voluntad del padre. 

lunes, 29 de julio de 2019

En la frontera


¿Recuerdan esa canción de Juan Gabriel que se llama “La Frontera”? donde relata lo increíble que es para el vivir en esa zona entre México y Estados Unidos...

En México, cientos de personas, incluso familias enteras, cada día emprenden un viaje a mejorar su situación de vida intentado cruzar la frontera de manera ilegal y así “vivir mejor” en el “otro lado”.

En lo personal siempre he creído que esa acción trae una solución de momento y no definitiva, pero para algunos eso funciona. En cierto manera casi todos hacemos algo similar, pero en un sentido más espiritual.

hace tiempo descubrí que por algún tiempo de mi vida estaba viviendo en la frontera entre mis sueños y el deseo de hacer la voluntad de Dios en mi vida. Estaba viviendo en mi Tijuana espiritual. Si, vivía en mi terreno soñado y de vez en cuando, cuando necesitaba provisiones para mi vida, cruzaba la frontera, obtenía lo que necesitaba y me regresaba de nuevo a mi territorio.

Quizá quien vive en la frontera entiende perfecto esta analogía, ellos van a comprar ropa, suplir la despensa y obtener cientos de artículos de la mejor calidad y a buen precio y así seguir viviendo de este lado.

Pues así le hacemos en nuestra vida espiritual, estamos viviendo como en una ciudad fronteriza, aun cuando hemos sido declarados ciudadanos del reino de Dios. Preferimos estar viviendo en la frontera porque vivir del otro lado, en el reino, no nos conviene, porque las leyes son muy distintas y no queremos seguirlas por lo que solo tomamos lo que conviene y regresamos a seguir viviendo a nuestra manera.

Algunos vivimos viendo como estar de aquel lado es mejor, pero no queremos cruzar, es más algunos ridículamente tenemos la esperanza de que la linea cambie y sin movernos de donde estamos nos rebase y de repente ya estar del otro lado.

Tenemos que decidir donde es donde queremos estar y dejar de vivir en la frontera que está entre nuestros deseos y la voluntad del Padre. Y una vez estando del otro lado irte lo más al centro posible de su voluntad, allí es donde ya nada será igual.

Con todo esto no quiero decir que Dios no quiere que cumplas tus sueños, solo te digo que si  rindes tu territorio el Padre te dará el mundo entero y serás mayormente afortunado.

Al final, creo que no es tan genial vivir en ninguna frontera. O estás de un lado o estás del otro.

domingo, 12 de mayo de 2019

Salmo 158

Este día hay una sonrisa en mi rostro. Me he llenado de alegría y he disfrutado de todo aquello que me llena de dicha.

Hice aquello que quería hacer, conviví con personas que he llegado a apreciar y mi paladar se deleitó con grandes manjares.

Mis pies bailaron a ritmos gustosos y las risas no faltaron.

Pero en todo ello recordé lo hermoso que es estar en tu presencia y como nada de lo anterior tiene siquiera una pequeña comparación.

Estoy cerca de alcanzar mi tercera década de existencia, la vida es diferente en cada etapa, pero recuerdo hace 10 u 11 años atrás como es que era mi vida.

Recuerdo como me enseñaste una pisca de música para adorarte y fue un regalo increíble, y lo sigue siendo.

Fue una época hermosa, lo atesoro en gran manera, porque logré conocerte como nunca antes y me gozaba imaginando que tú te gozabas con lo que yo hacía.

Padre, no sé si solo fue una etapa y se haya cumplido el propósito o aún queda algo por hacer con todo aquello que me diste durante ese tiempo.

Ahora anhelo vuelva aquel espíritu a mi, el de ese joven dispuesto a adorarte en todo momento, he aprendido muchas cosas y en muchas de ellas me he envanecido, pero sé que tú propósito es mayor que mi ego o que cualquier sueño que he logrado tener.

En verdad quiero adorarte, en verdad quiero vivir tan enamorado y emocionado como en aquel tiempo, sentía que suspiraba y seguro que así era, era tu Espíritu en mi.

Sigue vigente, pero diferente, tal vez, o el diferente soy yo, pero quiero vivir cada instante de mi vida de esa manera, tan lleno de ti, que mi fe parezca absurda a quien no te conoce o se ha olvidado de ti.

Quiero adorarte siempre, hasta estar en tu presencia y hacerlo por una eternidad.