No soy padre, ni cerca estoy de serlo. Pero en los últimos meses he logrado comprender muchas de las cosas que hacen por sus hijos, he logrado sentir lo que nunca había sentido.
Ahora entiendo y puedo ver muchas cosas, el porqué de tantos regaños, los castigos y diversas lecciones.
Pero surge en mi una pregunta ¿De verdad todo ese esfuerzo vale la pena?, Yo digo que si.
Toda enseñanza sea cual sea esta, queda marcada dentro de nosotros, aunque muchas veces solemos ignorarlas.
He estado en la posición de líder como cabeza de un proyecto y me he sentido como esos padres que buscan enseñar lo mejor de sí para que sus hijos no se compliquen la existencia, pero son necios y no escuchan, mientras que solo puedes ver cómo se lastiman.
¿De verdad es echado en saco roto?, No lo creo, pero vivimos un tiempo de experimentar que hace que ignoremos la sabiduría.
