domingo, 31 de marzo de 2024

Para CMS

Hola, hace mucho que no te escribo. No es porque dejaste de importarme, en realidad es que he creído encontrarte y me emociona descubrirlo. 

Sabes, siempre que pienso en ti es inspirador y soy capaz de crear el mundo más increíble en el cual tu y yo somos más que felices, somos plenos. Si ahora no estoy interesado en ser feliz, sino en ser pleno en aquel propósito que Dios ha dado a nuestras vidas. 

Siempre te he esperado, siempre he querido conocerte. Pero los tratos con Papá sobre el tema han sido muy particulares, de modo que cada vez que había creído encontrarte y no era así, me frustraba un poco más y más, por lo que confiando en los procesos de Papá, decidí solo ir adelante y han pasado tantas cosas. 

Papá me dijo que fuera paciente, que enfocara mis energías en conocer sus sueños y trabajar en ellos, haciendo eso un día, cuando menos lo espere tu te harás presente y estarás trabajando para sus sueños también. Eso me encantó, paso un tiempo y no llegaste, así que volví a charlar con Papá sobre el tema y su respuesta me dejó frío: Elige, que yo te bendeciré. No supe que hacer y solo le dije que yo no sabía elegir, entonces me pidió esperar un poco más.

Desde entonces hasta que de nuevo pensé en ti pasaron varios años, cómo 7 u 8. Pasó de todo y en definitiva no soy la misma persona, sin embargo, aún no te encuentro. 

En los últimos meses, quizá ya años, he tratado de ponerte rostro, pero el camino ha sido muy distinto a lo que yo esperaba, sin embargo, he aprendido demasiado y eso te conviene, porque he comprendido un poquito más lo que significa amar y es impresionante, aunque duro llegar a ello. 

Hoy puedo decirte que el amor está por encima del ego, del derecho a tener razón y de cualquier plan personal. Hoy puedo decirte que he comprendido que el día que tú y yo comencemos a hacer los planes para nuestra boda y nuestra vida juntos, estaré dispuesto a renunciar, o mejor dicho a morir a mi antigua forma de vivir y comenzar a vivir una nueva vida diferente porque estaremos juntos y en comunión. Dejaremos de ser dos y seremos uno en perfecta armonía como el Padre y el Hijo. 

Sigo esperando conocerte, ya pasado mucho tiempo desde el momento en que concebí la idea de ti, entendiendo que tú surgiste del mismísimo corazón de Papá para bendecir nuestras vidas. Así que trabajo en mi, para ser cada vez más sano. Física, emocional y espiritualmente. Te vas a sacar la lotería, nos vamos a cuajar, pero por el momento mantendré mi espera activa y al llegar ese momento, será glorioso. 

Aún no te conozco y ya te amo, te amo con toda mi disposición, con todo mi entendimiento y con todo lo que un día seré.