domingo, 2 de diciembre de 2018

Tanto que decir y no decir nada

Hoy parece ser un domingo cualquiera, de esos en los que te levantas, te preparas para ir a la iglesia y desayunas el ya clásico desayuno dominguero, un yogurt para beber de fresa o de piña coco con alguna barra de cereal.

Pero hoy no fue así, hoy no me pude levantar y justo después de abrir los ojos continúe con la serie que dejé pendiente la noche anterior, leí un poco y revise algunos mensajes, después tuve la necesidad de escribir.

Escribir, para mí, se vuelve la manera de ver las cosas más claras, las analizo mejor, pues trato de escribir de manera que alguien que no sea yo pueda entender. No para que me diga algo sobre lo que escribo, sino por ser más universal.

En realidad, este escrito no dice nada, pese a que creo hay tanto que decir. Pero he aprendido que el silencio es tan valioso como el consejo cuando éste se presenta en el momento adecuado.

Hoy no es un día común y está bien, solo no quiero decir nada y comenzar a hacer algo.