viernes, 8 de noviembre de 2019

En dónde debo estar...

¿Alguna vez te has preguntado si estás haciendo lo que debes hacer? ¿Si estás en el lugar donde deberías estar?

Creo que son preguntas más comunes de lo que pensamos, pero rara vez solemos compartirlo con los demás. Nos creemos casos únicos pero a todo mundo le pasa.

Hoy quiero compartirte algo que me ha sido difícil entender y sobre todo difícil de practicar, pero que si lo hago se que mi vida será muy distinta a lo que ahora es.

En Lucas la biblia relata que los padres de Jesús y Jesús habían asistido a Jerusalén como cada año a las fiestas de la pascua, pero el preadolescente Jesús, de tan solo 12 años se perdió entre toda la multitud y sus padres lo estaban buscando incansablemente. Al tercer día lo encontraron y resulta que se encontraba entre maestros y doctores de la ley platicando sobre la palabra de Dios.

Al modo como buenos padres asustados le dieron a Jesús una regañada y él les dijo, ¿Por qué estaban asustados? ¿Por qué me buscaban? Ustesdes bien saben que en los negocios de mi padre es dónde debo estar.

Y es aquí donde algo llamó mucho mi atención. Jesús dijo, en los negocios de mi padre, es dónde debo estar. ¿Cuáles son esos negocios?

Empecemos por saber a qué se refiere la palabra "negocio".

Según el diccionario negocio es:

1. m. Ocupación, quehacer o trabajo.

2. m. Dependencia, pretensión.

La biblia es un libro inspirado por Dios, está llena de promesas y palabras de aliento, historias que nos desafían y nos ayudan a ser mejores, pero también contiene mandatos (negocios) para que nuestra estancia en la tierra tenga un sentido y sobre todo tenga un propósito.

Eso que nos enseña la palabra de Dios son los negocios de nuestros padre y te voy a compartir algunos que tenemos todos nosotros, porque para cada quien hay metas, para cada quien hay objetivos específicos de parte de Dios. Pero hay unos que son generales, por ejemplo:

Mateo 28:18 - 20
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Jesús nos pide ir y hacer discípulos, que quiere decir enseñar la palabra de Dios a cuánta persona se nos ponga enfrente. Las maneras Dios las habrá de mostrar, pero el mensaje es claro, haced discípulos.

Otro negocio que tenemos que hacer todos es:
2 Corintios 5:17-‬21
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

Pero como lograr todo esto teniendo tantas cosas que hacer en nuestra vida, hay que trabajar, estudiar y muchas cosas más a qué hora o como le tengo que hacer.

Déjenme compartirles algo que de nuevo trajo Dios después de muchos años y que aunque ha estado presente en lo que hago todos los días, yo lo había olvidado.

No te enredes!

Pablo le escribe al joven Timoteo y le dice que nosotros hemos sido escogidos por Dios para ser parte de su ejército, nosotros al aceptar a Cristo nos hemos sumado a la milicia de Dios y las principales características de un soldado de Cristo son:

2 Timoteo 2:3‭-‬7
Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo.

Aquí claramente podemos ver qué la cosa no va ser fácil, habrá que sufrirla, pero no demos preocuparnos por nada, dice que el buen soldado no se enreda en los negocios de la vida, eso quiere decir que no tiene que preocuparse por lo que está viviendo, pues Dios tiene el control de todo, es el general de su ejército y no deja abajo a ninguno de sus soldados. Dice deja de preocuparte por tu vida de esa me encargo yo, tu encárgate de mis negocios yo me encargo de los tuyos. Entonces te habrás de convertir como aquel atleta que corre y lo hace legítimamente y entonces es coronado, como aquel labrador que trabajo la tierra y disfruta de sus frutos.

En los negocios de mi padre es do de debo estar, no enrendandome en los negocios de la vida, que pueden ser muchos, pero si yo me encargo de los negocios de mi padre el se encargará de los míos y yo podré tener plenitud en todo lo que haga, pues mi propósito y aquello por lo que he trabajado será cumplido alineado a la voluntad del padre. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario